Mi desierto, tu desierto..nuestro desierto

Solo Dios está de nuestra parte ante la avalancha producida por una avida campaña politica que amenaza con tragarselo todo. Estamos viviendo nuestro desierto personal y colectivo, pues en el desierto está el demonio, tentandonos por nuestra situación de miseria a hacer cosas malas, a ofrecer lo que sabemos no podemos cumplir, a utilizar los recursos del estado en nominillas y otras cosas mas o menos indecentes y de dudosa honestidad. El desierto es un lugar en donde el ser humano experimenta su propia vulnerabilidad (vendiendo cosas en un semáforo, bajo un sol candente), se encuentra en el desamparo sin los apoyos acostumbrados (estudiantes universitarios, el pobre pueblo de Pedernales), es sinónimo de austeridad, sencillez y pobreza (que lo lean diputados y senadores). Obliga a buscar amparo en Dios (que no nos salva de los políticos, a pesar de su poder, porque el demonio también tiene poder, y mucho), es un lugar de tentación por esa misma vulnerabilidad, uno se enfrenta a sus propios demonios (debilidades) al ser despojado de sus fragiles seguridades humanas. Es precisamente por todo eso que es un lugar de encuentro con Dios. Es un lugar de introspección, de llegar a termino con el yo, debemos vernos en el projimo y ser solidarios. Que nuestra pobreza sea en lo material y nuestra riqueza sea en lo espiritual, en estos tiempos de terremotos, ceniza volcanica, inundaciones y brisas tempranas de un verano que se vislumbra candente, donde las hojas escasean en los arboles por la sequia, pues hasta la naturaleza está viviendo su propio desierto. Como lo viven todos esos niños que tienen que recorrer diariamente un promedio de 6 kilometros para buscar agua, en detrimento de su propia educación, haciendolos mas vulnerables a un futuro incierto. Pero tampoco podemos convertir el país en un estado de beneficiencia con todos los despliegues de campaña para captar votos, no sabemos convivir. Como dice Andres Mateo: Él mundo dominicano es cada vez mas hostil a la ejecución de un diseño, un ideal de convivencia. En tu calle estoy...