El senador que se olvidó de su provincia....

Me duele Pedernales. Me dolió cada día de esos 27 años que pasé ahí. Donde mis hijos pasaron parte de su infancia. Un pueblo de jóvenes llenos de sueños, sueños que muchos realizaron en parte, ya que una vez graduados no pudieron volver a dar sus servicios porque no habían condiciones para vivir con cierta decencia, porque las condiciones nunca mejoraron. Que van de vez en cuando, y se les llena el alma de suspiros. A Pedernales lo tengo colgado del alma. Alli están todos mis recuerdos, los mejores de mi vida, dentro de la camaradería del deporte, de los anhelos compartidos, de las noches de cervezas y sueños, de los dias de playa o de montaña. Y resulta que su flamante senador, un oviedense, un "pata salá", cuyo slogan fué "la pela va", que "ganó" unas elecciones por 14 votos, porque los de su pueblo que estaban observados no fueron aceptados y que ensombrece esa victoria que yo llamaría Pirrica (Pirro de Epiro, porque sus pérdidas fueron mayores que sus ganancias, aún venciendo). Y este joven, según dicen, pasa por su pueblo, que está sumido en la mas abyecta pobreza, como casi todo el suroeste, sin agua, sin empleos, y él, y pasa sin una pizca de verguenza, por un pueblo cubierto de polvo, calles intransitables, con los vidrios subidos, olvidando a los olvidados. Y pasa, porque no tiene una avioneta que le evitaría en verse en sus ojos. Una ganancia que en materia de dinero le salió barata porque sus 5,370 votos a 500 pesos, que comerciando con el hambre ajena, le salieron las elecciones mas baratas del país, y lo que le quedó del barrilito. ¿Será represalia porque en su pueblo no votaron por él? Creo que "la pela va", pero para él, eventualmente. No se sintieron encantados por sus vanas promesas, que al ganar se notaron vanas. Porque uno representa su pueblo, a todo el mundo, si le duele, si le preocupa. El hambre asola a la provincia más olvidada. Pero que podemos esperar de un "comesolus maximus", al estilo de Danilo, ajeno a su propia comunidad, ajeno a su propia esencia, ajeno a su propio pueblo. Esa es nuestra politica, ese es nuestro pueblo. De una realidad muy triste a otra jocosa: El Jay seguro que se fotografiará con los muchachos del Everest, creo que debió haber ido allá y que el frío dispusiera de él. ¿Que hace que un fulano se meta en un colmadón a bebere una fría, si para pedir la otra o para hablar con el compañero de mesa o con el del taburete de al lado, tiene que hacerlo a gritos. Frank Moya lo dijo, esa sensación de felicidad barata para olvidar entre el ruido los problemas personales es casi atávica, ancestral.