Wednesday, June 15, 2011

El opresivo silencio de los oprimidos...

Asistí al suicidio de mi carro. Lo miré imperterrito como poco a poco las gomas se iban vaciando, como el orin tomaba posesesión de sus aros. Hacia tiempo que padecía de problemas cerebrales, cuando no era un fusible, era el abanico negado o trabajando ininterrumpidamente, o un vidrio que no subía o que no bajaba y despues de viajes en dias consecutivos donde su neurologo, que corregía algo hoy, pero mañana tenía algo nuevo. Lo miré consumirse como una "cosa" que era. Hay hombres que tratan sus carros como si fueran su querida, yo ni un trapito, las lluvias lo lavaban. Miraba con envidia todas esas letrinas del concho, que andan y andan como si fueran conducidas por el Espiritu Santo. Si hubiera sido una persona, hubiera agotado todos los recursos medicos, pero era una cosa y las cosas cosas son, nadie debe esclavizarse por las cosas. Esto me ha dado una libertad única, ahora, apretujado en la parte trasera de una de esas letrinas del concho, o de esas voladoras sin ventilación interna, puedo verlo todo a mi alrededor. Estoy reviviendo mi vida, evaluando, oyendo los mil y un comentarios que gente que no sabe de lo que habla a veces, pero que habla de sus opresiones, de su ausencia de sueños, de sus realidades macabras, de sus desempleos, de sus estudios, mCursivaientras yo sudando, con mi camisa mangas largas y mi camiseta con manguitas, muy formal, me empapo y se me llena la cara de grasa. Por eso siempre recordaré como ominoso el viaje de ayer en una guaguita de la Ruta 8, Xto. Rey a la Uasd. La abordé en el Mamaya, desdoblé el unico asiento que había y me senté como un juso, brazos pegados al cuerpo, para no molestar. Dentro de la guaguita, desvirtuando esa creencia de que el dominicano es locuaz, tanto en el Alto Manhattan, como en Providence o en Madrid, y como en cualquier lugar de nuestra geografía, fui sorprendido por el silencio mas absoluto, como dice Juan Rulfo en "Pedro Páramo": "el silencio era tan espeso, que parecía untado en las paredes", y en el techo y nos envolvía a a todos. Era como si fueramos a cruzar la Laguna Estigia en el ultimo viaje de los muertos. Era el opresivo silencio de los oprimidos. Y el chofer Caronte moderno, con una peladita caliente ya había cobrado su peaje, el peaje de los muertos. La mayoría eran jovenes que iban hacia la Universidad, ni un quejido, ni un lamento, ni una queja, ni una palabra descompuesta. Ni una palabara sobre nada, ni materias, ni inscripción, nada, ni una palabra. Yo me quedé de una pieza y me desmonté una esquina antes de mi parada, perdido, sin poder reaccionar. ¿Es que ya hasta perdimos el don de la queja, el don de la protesta, el don de la extrospección? ¿Que habrá sucedido para producir esa momentanea afasia colectiva? El "paquetazo" nos ha dejado anonadados, hasta el punto de no reaccionar, probablemente cada uno de los pasajeros estaba envuelto en sus propias carencias, y en "el como voy a poder seguir sobreviviendo". Se nos ha eliminado la conciencia a toda posibilidad, a todas las salidas. Porque este es un país de sobrevivientes. Dicen que somos el pueblo de Dios, que nos tomó en lugar el hebreo. Solo asi se explica que con tantas carencias todavía exista el animo de vivir, que al parecer se había perdido en esa guaguita. Aprovecho para rendir un merecido tributo de recordación al tio-abuelo de mis hijos, el invasor de Constanza Purro Alfonseca, a los 50 años de la gesta en la que participó. En la reunión de delegados de la Asoc. de Historiadores de America Latina, el encantador de serpientes dijo que: "El pais vive una revolución democratica institucional", que nos es mas que "una historia", de las muchas a las que nos tiene acostumbrados. Se ha erigido en el "raconteur" de lo nuestro. Hay un analisis de DL sobre educación a los analfabetos, dice que cada analfabeto cuesta sacudirlo con las letras unos 3 mil pesos y analiza una serie de inversiones fallidas que hubieran alfabetizado un numero considerable de dominicanos y reducir ese millon de gentes que viven en la "oscuridad de la letra" y no pueden mejorar sus vidas: Tucanos: 1.2 millones de alfabetizados, con eso hubiera bastado; El parque de los monstruos verdes 3,897 almas; las 52 harleys de barrio inseguro: 12,715 almas; regalos dia de las madres por los diputados 39,872 almas y los textos integrados: 65,900 alfabetizados. Con los cuartos del metro pudimos haber alfabetizado Haiti conjuntamente. CONEP presentó una contrapropuesta al paquetazo, plausible, sincerada. Pero estamos seguros que este gobierno le va a hacer el caso del perro, está como esos caballos con anteojeras, que solo miran lo que les conviene y e´pá´lante que van, llevandoselo todo. Mientras tanto me pregunto: ¿Por qué hay que darles dinero a los partidos? ¿Por que no se deja que cada uno se rasque con sus uñas? Esa es una carga que no merecemos y con la carga nueva ¿a donde iremos a parar, a las cañadas? 5 reformas tributarias en 6 años. Seremos de goma? Este gobierno es ciego al clamor y sordo a la miseria en la que ha sumido al pueblo: "Servir al bolsillo es servir al Partido". Finalmente los dejó con Calderón de la Barca: "Que es la vida? Un frenesí. ¿Que es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; el mayor bien es pequeño, que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son. Esta ultima parte para los REformistas, y la primera, piensa en lo que nos han convertido. En tu calle estoy...

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